jueves, 11 de febrero de 2016

EL HOMBRE QUE PARECIA CABALLO. Rafael Arévalo Martínez


En su obra, “El Hombre Que Parecía Un Caballo,” el autor, Rafael Arévalo Martínez, quiere dar un mensaje al hombre que pueda explicar la naturaleza del hombre mismo. El autor presenta al hombre con dos partes inescapables, el lado espiritual y el lado instintivo o bestial del hombre. Esta teoría también concuerda con la teoría de la personalidad de Sigmundo Freud. Freud dice que la personalidad del hombre está dividida en tres partes: el ego, el superego, y el Id. El ego es la persona misma, el yo. El superego se puede comparar al lado espiritual del hombre, la conciencia, que explica Martínez en esta obra, y el Id es comparable al lado instintivo o bestial del hombre que explica Martinez aquí en esta obra. Con esta teoría en mente, Martínez quiere dar a entender que casi todos los hombres son mitad hombres y mitad animales. Ninguno es libre del Id, lo cual está a veces algo escondido en la persona. Por más que el hombre busque al hombre perfecto e ideal, no podrá encontrarlo nunca, porque si existiera una person sin el lado animal.

Tomado de: Spanish Literature

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