martes, 12 de agosto de 2014

REDACCION Y ELOCUCION ACADEMICAS. Niel Palomino Gonzales. Extualia Editores


Niel Palomino Gonzales es licenciado en Educación por la Universidad Nacional de San Antonio de Abad del Cusco. Magíster en Educación por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Premio Regional de Cultura convocado el ex INC. Poemas, artículos y cuentos suyos son publicados en diarios y revistas de circulación regional y nacional. 

LAS RUINAS DE MOCHE. Max Uhle. Fondo Editorial PUC


Las ruinas de Moche

El hallazgo de la nueva tumba y el impresionante ajuar funerario coincide con la primera de edición en español después de más de 100 años, de la obra seminal sobre la cultura preincaica Las ruinas de Moche del arqueólogo alemán Max Uhle (1856-1944).
'Las ruinas de Moche' de Max Uhle
Mientras su primera obra Pachamac, (1903) es una obra de referencia que vertebra desde los años 30 laarqueología de Perú, del Tihuanaco(Huari) a los Chimú, un estudio que continuaría -y corregiría- en los años 30 el eminente arqueólogo peruano Julio C. Tello, Las ruinas de Moche (1913) no habían sido traducidas del alemán después de 110 años desde su publicación.
La obra ha sido recuperada ytraducida por el profesor Peter Kaulicke, experto en la historia de la arqueología del Perú, quien ha estudiado el origen, relevancia y vigencia del documento y publicadad por Fondo Editorial de la PUCP -Pontificia Universidad Católica de Perú-.
Max Uhle fue el que identificó a la cultura Moche, que precedió a los Incas, los Huari y los Chimú. A finales del siglo XIX y principios del XX, los restos arqueológicos de Perú eran considerados invariablemente como pertenecientes a los incas, sin que ningún experto se atreviera a urgar en las entrañas de los vestigios, que aún eran en parte visibles, de las civilizaciones que les habían precedido.
Mucho más arduo era aún precisar las cronologías de esas culturas que, conquistadas y aplastadas por los incas fueron olvidadas del relato histórico de Perú.
Durante sus investigaciones y excavaciones en Pachamac y las Huacas del Sol y la Luna, el arqueólogo alemán trazó la historia de los predecesores Huari y Moche, identificando las diferentes culturas y estableciendo su cronología por medio de la técnica de la estratificicación de los restos que fue encontrando.
Su trabajo marcó el inicio del estudio científico de las ruinas moche de Perú que se impulsó en 1987 con el descubrimiento de la tumba intacta del Señor de Sipán y que continuó con el inicio del Proyecto de las Huacas de la Luna y el Sol tras las excavaciones de Ricardo Morales.




QHAPAQÑAN. El sistema vial inkaiko, John Hyslop. Petroperú



Diario El Comercio – Sábado 26 de julio del 2014.
El 21 de junio pasado, la Unesco reconoció al Qhapaq Ñan como Patrimonio Mundial y sies países celebraron la noticia. Pocas cosas pueden lograr sentimientos similares y simultáneos en Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.
Pese a su majestuosidad, el Camino Inca sigue siendo un misterio para miles de peruanos que desconocen cuándo se construyó, quiénes lo edificaron y con qué objetivo.
Conversamos con el arqueólogo Carlos del Águila, jefe de la Unidad Gestión Cultural y Responsabilidad Social de Petro-Perú, que a través del sello Copé acaba de lanzar en la Feria Internacional del Libro la primera versión completa traducida al español de Qhapaqñan: el sistema Vial Inkaico, de John Hyslop,
-¿Se puede comparar la magnitud del Camino Inca con la de la Muralla China o por ejemplo con la los caminos romanos de Europa?
Más con los caminos romanos de Europa. Es más, las referencias de muchos cronistas hablan sobre la envergadura del Qhapaq Ñan en comparación con lo que tenían allí: la red de caminos romanos. Otro dato más, entender al imperio de los incas como tal tiene como componentes o como condición el hecho de que exista una red de comunicación e importancia trascendental. El Qhapaq Ñan es eso, una prueba de que esta sociedad, este desarrollo político fue de carácter imperial en el siglo XV o el siglo XIV.  Cuando se estuvo haciendo la declaratoria de patrimonio mundial, el nivel de referencia inmediato no eran los caminos romanos, sino más bien la Ruta de Santiago,  que si bien no es una ruta de camino, conecta varios patrimonios de Francia, España y creo que parte de Portugal también. Esa sí fue referente comparativo. Entonces, Qhapaq Ñan abarca no dos o tres países, sino seis.
-¿Cómo se puede explicar que, a pesar de la importancia que implica y el valor histórico, haya pasado tanto tiempo para que el Qhapaq Ñan haya sido declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad?
No es que haya tardado tanto tiempo en ser reconocido. Si te vas a la historia, el abandono del Qhapaq Ñan se da en la época republicana. En la época colonial, el Camino Inca estaba en absoluto funcionamiento.  Los caminos que conectaban las diferentes regiones eran los caminos del Qhapaq Ñan. Eran los caminos que existían cuando llegó España a conquistar. Las rutas de comunicación estaban vigentes. El abandono empieza con la conscripción vial a mediados de la república.
-¿Por qué?
Se puso importancia a nivel de inversión en carreteras como la Panamericana. No en las de penetración, sino en las que van de norte a sur. Se concentraron en fortalecer las ciudades costeras: Trujillo, Piura, Chiclayo, Lima, Ica. No las ciudades de la sierra. Si tú ves la ruta del Qhapaq Ñan encuentras dos ejes de rutas centrales: el camino costanero y el camino de la sierra. Entre ambos hay conexiones transversales de caminos secundarios. Ese es el Qhapaq Ñan. Desde Pasto (Colombia) hasta Antofagasta (Chile). Entonces, el abandono o poca consideración del camino inicia con la época mediana de la república. Es más, gran parte de la carretera Panamericana es el Qhapaq Ñan.
-¿Cuándo culminó el proceso de descubrimiento de las pequeñas rutas o arterias del Camino Inca?
Este libro de Hyslop tal vez es el primero que abarca de manera integral el entender toda la red del sistema vial incaico. Él fue el pionero. De ahí hubo otros ejercicios, como por ejemplo el de Ricardo Espinosa, con El Caminante, que hace unas rutas. Hubo algunos viajeros que con anterioridad investigaron sobre el tema, pero no en su totalidad. Tal vez estamos ahora con mucho más data a partir del Proyecto Qhapaq Ñan que se instaló en nuestro país en 2002-2003. Cuando se declaró de interés nacional la ruta inca, se genera uno de los proyectos de protección e investigación patrimonial más grandes que se han hecho en este país, la unidad ejecutora que recauda ingresos importantes a partir de la red de caminos incas. Hay mucho dinero ahí que ha permitido verificar lo investigado y se amplíe. Ahora, hay más de 60 mil kilómetros identificados como Qhapaq Ñan. Ojo, identificados y verificados en todo el territorio andino. No creo que la data esté cerrada porque siempre se están buscando nuevas rutas.
-Se menciona mucho el uso que tenía el Qhapaq Ñan. Para fines de comunicaciones y comercio, pero quizás poco para el tema de seguridad, de defensa.
La ruta de los caminos no eran solamente para conectar un pueblo con otro, sino también para conectar ideas, productos y era, asimismo, para establecer líneas estratégicas de conexión con la sierra. Hyslop identifica muchos sectores del Qhapaq Ñan en el que hay dos caminos paralelos en una ruta troncal. Por un lado iba el inca y sus ejércitos y por el otro el pueblo y sus comerciantes. No es que se haya diseñado caminos para hacer la guerra. Los caminos se hacen para conectar ideas, conceptos y espacios.
-¿Es cierto que un mínimo porcentaje del Qhapaq Ñan está protegido por las autoridades?
Sí, pero igual ocurre en China con la Muralla China y en Roma con los caminos romanos. La gran ventaja es que desde el año 2003 hay proyectos de rescate, de puesta en valor. Hubo inversión privada para poner en valor algunos caminos. Hubo casos muy pequeños de destrucciones, de un tema de ampliación de una carretera o del crecimiento de una zona agrícola, pero que haya habido poca atención creo que no. Al contrario, a partir del Proyecto Qhapaq Ñan se pudo valorizar y monumentalizar muchos sitios asociados al Camino Inca que existían y sí estaban abandonados.
-El Camino Inca atraviesa seis países. ¿Había diferencias en su diseño de acuerdo a la geografía o las condiciones de determinados territorios?
 Claro y eso es lo valioso del estudio de Hyslop. Se establece cómo resuelve sus problemas a través de una pendiente, a nivel de un risco, de cerros, de pampas o zonas pantanosas. Y, además, resuelve con puentes, caminos elevados. Hay miles de maneras de resolver los temas, pero depende mucho de las condiciones geográficas básicamente.
-El reconocimiento del Qhapaq Ñan como Patrimonio Mundial es a su vez un reconocimiento a toda las personas que lo investigaron desde hace décadas.
Así es. Eso incluso está reconocido por el Estado que sabe que no es un trabajo reciente. Sabe que acá hay mucho esfuerzo incluso desde los primeros viajeros como Antonello Gerbi, que fue tal vez el primer investigador italiano que empezó a desarrollar alguna línea de acción en torno a esto. Antonio Raimondi, Ernst Middendorf, Von Hagen, Ricardo Espinosa y el autor de esta libro, John Hyslop. Lo interesante también es que debemos entender este particular patrimonio no como un tema de valorizar la cultura, que ya de por sí se da, sino que es una eficaz herramienta para entender cultura asociada al desarrollo. Y no me refiero al turismo, porque eso fue el eslabón final. Me refiero a cuál es la vigencia de comunicación que tenía el camino. Hay zonas en donde por el Camino del Inca estás comunicándote. No hay otra forma de hacerlo. Además, el traslado de ideas y rituales. Hay una tendencia muy importante en los especialistas: la ritualización de los caminos. Creo que está bastante exagerada pero es interesante. Esta proliferación de ideas religiosas se dio no solo para el mundo andino, sino además para la Iglesia Católica. El trabajar, por ejemplo, los retablos ayacuchanos. ¿Por dónde pasaban esos retablos? Por el Qhapaq Ñan.
-Muchos limeños quizás desconocen que el Camino Inca está ubicado en zonas que transita a diario.
No solo muchos limeños, sino también muchos chilenos o bolivianos. Es en general. Cuando hubo las reuniones de declaratoria todos se dieron cuenta que es una herramienta de integración impresionante. Ya no por la comida, la gastronomía solamente. Se dieron cuenta que también esta región estuvo integrada muchas veces. Y ahora recién estamos poniéndonos de acuerdo en materia limítrofe. Por eso es que Cancillería lo ha visto como un referente importante. Se trata de establecer que en algún momento de nuestra historia común hablábamos el mismo lenguaje, establecíamos las mismas pautas de política, estábamos integrados. ¿La gente lo desconoce? Por supuesto, como desconoce gran parte del patrimonio salvo Machu Picchu y las Líneas de Nasca.
-Sin embargo, usted es muy optimista.
Por supuesto. Creo que las cosas han cambiado con relación al estudio que hizo Hyslop y que lo publicó en 1985. Petroperú lo publicó en 1992. Estamos hablando de hace 22 años. Desde esa época hasta ahora hay un cambio sustancial. Veo rutas turísticas, recuperación y puesta en valor de caminos incas, hay toda una movida positiva en torno a esto y que ayuda mucho también a la valorización del patrimonio en general. Hablo del camino, sus ciudades asociadas, sus puntos de conexión estratégica, porque recuerda que el camino no era solo una ruta caminera, con calzada o sin calzada, con muros al costado o no. Había lugares de depósito estratégicos en cada lugar de la ruta. O había ciudades cercanas. Muchos de los sitios prehispánicos están asociados y conectados al camino. Ciudades que ahora también son contemporáneas. Jauja, por ejemplo, o quizás Huánuco. Lo mismo pasa en otros países.
“No es que se haya diseñado caminos para hacer la guerra. Los caminos se hacen para conectar ideas, conceptos y espacios”, señala Del Águila
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CESAR VALLEJO. Poesía completa. Petroperú


"Petroperú se aúna a las celebraciones por los 120 años del nacimiento del gran Cesar Vallejo,  y los invita a la presentación del libro “Obras Completas de César Vallejo”, en una  edición de dos tomos revisada, corregida  y aumentada a cargo del conocido crítico y estudioso Ricardo González Vigil, bajo el sello de Ediciones Copé.
Esta reedición compila toda la obra poética y narrativa de nuestro reconocido poeta. Así, en el primer tomo los lectores podrán volver a repasar las líneas inmortales de Los Heraldos Negros y sumergirse en los versos de Trilce, que este 2012 cumple  90 años de su publicación.
Ya en el segundo  tomo, se sumergirán en su faceta narrativa, revisando los clásicos Paco YunqueEl Tungsteno y, como novedad en esta edición, una serie de micro relatos añadidos por  Ricardo González Vigil, quien elabora además un estudio introductorio de ambas facetas del  autor en cada uno de los tomos."

FILOSOFIA DE LA LOGICA Y DE LA NATURALEZA. Guillermo Federico Hegel. Editorial Claridad, Buenos Aires


LA COMUNA DE PIURA Y CHALACO. Montoneras 1883. Miguel Maticorena Estrada




LA TOMA DE PIURA POR LOS CHALACOS: UN ACONTECIMIENTO POLÍTICO Y SOCIAL


Lic. José Miguel Godos Curay
Universidad Nacional de Piura 


La Comuna de París es un extraño acontecimiento histórico. Duró solamente 73 días pero sus impactos en la política fueron inmensos. La Comuna históricamente marca el tránsito de liquidación sangrienta del Segundo Imperio y el advenimiento de la III República. La instrucción judicial y la represión de sus actos fue drásticamente brutal debido a la sensación de que había sido conducida por la Asociación Internacional de Trabajadores. Sin embargo, no se puede ocultar que fue la primera tentativa de organización de un gobierno proletario. En 1870, en efecto dos fuerzas se hallan frente a frente en Francia: Por un lado una declinante, el régimen imperial, y otra ascendente, la clase obrera. El “fourierismo” y el “saint-simonismo” son el sustento teórico del comunismo y socialismo. Símbolos de este vigoroso movimiento social eran el Manifiesto Comunista y la bandera roja. Palabras como: República, Patria, Requerimiento General y Comuna son parte de los ardorosos impulsos de la población. El estado es abolido para dar paso a la comuna.

Miguel Maticorena Estrada, encuentra en la comuna chalaca un eco de la comuna parisina. Se buscaba formar un solo cuerpo de nación frente a chilenos e iglesistas en un Perú sacudido por una grave crisis. Hay una transición social de una sociedad de castas a una sociedad de clases. El tema ha servido de inspiración a escritores como Miguel Gutiérrez que sigue la huella de Baumen de Metz un desconocido comunalista que vino hacia América desatada la gran persecución y que se asentó por las tierras de Chalaco pero del que no se tiene datos históricos fehacientes.

Tal como lo confirma Juan José Vega durante la guerra con Chile hubo días de extremado desorden en diversas localidades del país en las que el Estado peruano dejó de existir. La Comuna de Lima duró una día pero hubo “caos” y “cierrapuertas” para contener los desmanes hubo que organizarse una Guardia Urbana compuesta mayoritariamente por extranjeros que acabó fusilando a unos doscientos malhechores, saqueadores e incendiarios que incursionaban salvajemente en hordas al grito de ¡Comuna! ¡Comuna¡. Es probable que existan algunos vínculos anarquistas con estos conflictos étnicos y clasistas. 

Tomado de: http://puropiura.blogspot.com/2011/08/la-toma-de-piura-por-los-chalacos-un.html





SIETE NOCHES. Jorge Luis Borges. Fondo de Cultura Económica. Tierra Firme



Un relato a manos del poeta Nicolás Suescún, que describe al célebre escritor Jorge Luis Borges desde su faceta creadora hasta sus deseos más profundos.
En diciembre de 1938, pocos después de la muerte de su padre, subiendo unas escaleras, Jorge Luis Borges se pegó en la cabeza contra el marco de una ventana. La herida se infectó y estuvo a punto de morir. Durante la convalecencia pensó que había perdido sus facultades mentales y, para comprobarlo, se propuso escribir un cuento. Ese relato, “Pierre Menard, autor del Quijote”, fue el primero de los grandes cuentos fantásticos que convirtieron al tímido y libresco escritor, poeta de vanguardia en su juventud y original ensayista, en el más celebre e influyente autor de nuestra lengua.
LOS AÑOS DE PENUMBRA
En 1956 le prohibieron leer y escribir. Se había quedado del todo ciego ese hombre para quien la vida eran los libros: leerlos, releerlos, escribirlos. Pero no quedó en la oscuridad. No sólo porque, como él lo ha explicado, el mundo del ciego es un mundo de penumbra y no de tinieblas, sino porque poseía una cultura tan vasta como su inagotable memoria. Ese azar, en realidad la culminación de un largo crepúsculo que había empezado en su niñez, no detuvo ni su curiosidad ni su creatividad y, mezclado con su creciente fama, le inspiró una independencia nada común y una nueva y pasmosa personalidad literaria. Desde entonces dictó, venciendo su timidez, sus primeras conferencias y empezó a estudiar la literatura de sus antepasados vikingos y sajones, sobre la que publicó varios estudios escritos en colaboración. Ha escrito cuentos, no tan felices como los de sus primeros libros, y unos cuantos poemas que están entre lo más bellos de nuestra literatura. En las formas clásicas que rehuía en sus primeros versos. Y se convirtió así en el último de los grandes poetas modernistas.
Al mismo tiempo, concedió mil y una entrevistas, nunca sosas ni monótonas, que han hecho parar los pelos de izquierdistas, derechistas, amigos del fútbol, admiradores de García Lorca y de cuantos no comparten su ironía y su escepticismo. Y ha ido perfeccionando su manera de dar conferencias. Ha dictado, rodeado de respeto y galardonado con todos los premios, menos el Nobel que merece más que nadie, un gran número de charlas en las que habla siempre sobre los temas que lo han obsesionado siempre, pero enriqueciéndolos, relacionándolos y abriendo rumbos inesperados, como sus antepasados que descubrieron América siglos antes que Colón.
También tradujo a Whitman, a quien quiso imitar de joven. Es su versión menos feliz porque despoja al inmenso poeta de un aliento, del que hay, sin embargo, brillantes destellos en la propia poesía de Borges.
Y se casó, un experimento fallido, con una señora que lo llevaba y lo traía como un pelele. Pero la conclusión borgiana es maestra: “El casamiento es un destino pobre para una mujer”.
EL BORGES PÚBLICO
Tengo en mi mesa tres recortes y “Siete noches”, un libro que ha llamado su testamento. Dos entrevistas y una noticia. Consta en ésta que le acaban de conceder el premio “Ollín Yoliztli”, un galardón mexicano con una bolsa de 73 mil dólares que ganó el año pasado Octavio Paz y que el Presidente López Portillo le entregará a Borges en diciembre, en Guanajuato.
En una de las entrevistas, tras confesar que está aburrido consigo mismo, que los domingos son como dos días y que su cobardía no lo ha dejado suicidarse, ridiculiza a los militares que gobiernan a Argentina. Los militares de ahora no son como sus abuelos, que lucharon en las batallas de la independencia. Los de ahora no han oído nunca silbar una bala y no saben gobernar porque siempre han vivido encerrados en cuarteles. Los espías le parecen seres necesariamente cobardes e imaginario el conflicto con Chile. Propone que las islas en litigio se las den a Bolivia y que se olviden del ridículo asunto.
En la otra entrevista dice que sí quiere el Nobel, pero que ser famoso y merecedor de ese premio es un signo de la decadencia de los tiempos actuales.
A muchas personas este nuevo Borges, con sus polémicas opiniones, y también el de antes, con sus políglotas citas de escritores oscuros, les parece una especie de anacronismo viviente. El escritor polaco Witold Gombrowicz, quién lo conoció cuando llegó a Buenos Aires poco antes de la Segunda Guerra, narra en uno de sus diarios un diálogo con Borges que parece sacado de Rabelais. Según él, cada vez que decía algo, antes incluso de que terminara, Borges citaba la fuente de lo que había dicho, un poeta latino o algún escritor inglés marginal, para amilanar con su presencia al recién llegado. Furioso, Gombrowicz nunca volvió a hablar con él, se hizo a un círculo de jóvenes admiradores y escribió “Ferdydurke”, su obra maestra
“SIETE NOCHES”
Pero basta leer “Siete noches”, quizá el más novedoso de sus libros, para ver que Borges no es un orgulloso pedante sino un sabio que parte de sus lecturas para hablar de la vida. El libro recoge siete conferencias, cuidadosamente corregidas, que Borges dictó en un teatro de Buenos Aires en 1977. Las conferencias suelen ser, sobre todo si son improvisadas como las de Borges, sueltas, desordenadas y repetitivas. Pero la ceguera le enseñó a Borges a hablar y escribir mentalmente, con claridad y una extraña perfección. La misma que hace que escriba sus poemas con puntos y comas. Por eso, sus conferencias, y éstas en particular, son de una riqueza que supera la de sus libros redactados y corregidos lentamente. Y son la mejor introducción posible a su imaginación, su conocimiento y su arte.
Los siete temas escogidos por Borges en esa memorable ocasión son la Divina Comedia, la pesadilla, Las mil y una noches, el budismo, la poesía, la Cábala y la ceguera. Un piadoso clásico occidental, un hecho que todos compartimos al dormir, un libro fruto de muchos narradores de cuentos, países y épocas, la religión más difundida del mundo, un arte en el que Borges es maestro, una secta cuya doctrina se basa en la lectura de la biblia y una condición personal, la ceguera, que Borges comparte con Homero.
Borges ha tocado estos temas una y otra vez, algunos como el clásico oriental o la Biblia, que leía su abuela inglesa ante la Pampa, desde que era un niño que leía fascinado en el suelo los incontables libros ingleses de la biblioteca de su padre. Por eso, para un borgiano que no lo haya leído, este libro podría parecer reiterativo. Y al leerlo, encontrará citas, ideas, intuiciones y descubrimientos que ha usado en algunos de sus libros de ensayos, sus poemas y sus cuentos. Pero Borges no se repite por falta sino por abundancia de recuerdos y de ideas. Los ecos de tantas lecturas y relecturas resuenan nítidos en el laberinto de su imaginación, no un dédalo de confusos pasadizos sin fin, sino un jardín de senderos que se bifurcan, una múltiple y convincente lección que lo lleva a uno por un dédalo del que no se quiere salir y al que se puede volver una y otra vez.
EL DANTE Y ULISES
Y dentro del libro también hay repeticiones. Ya en la primera conferencia menciona temas y personajes que reaparecerán en las demás, y en estas añade nuevas observaciones, enriqueciendo lo que apenas tocó antes. Como músico que presenta en el primer movimiento de una sintonía los temas que desarrollará en los demás. Y no es descabellada esta comparación. Borges no es un filósofo que fabrica silogismos. Sino un artista a quien rige su imaginación.
Para hablar sobre el Dante, toca el tema del libro de múltiples significados que le servirá después para explicar la poesía y la Cábala. Menciona el origen oral de la poesía, analiza la transparente retórica del Dante y alude al tema del oriente, que reaparecerá al contar la historia de Las mil y una noches y al definir con rara lucidez el budismo. Todo esto según un método que no puede prescindir de ejemplos concretos, de versos, estrofas, fragmentos y episodios. Como el de Paolo y Francesca, que demuestra, según él, la ternura del Dante: “… no le interesa el modo como fueron descubiertos ni ajusticiados: le interesa algo más íntimo, y es saber cómo supieron que estaban enamorados, cómo se enamoraron, cómo llegó el tiempo de los dulces suspiros”.
Luego habla de Ulises, quien después será Simbad el marino, el hombre que emprende “esa empresa generosa, denodada, de querer conocer lo vedado, lo imposible”. Y al recalcar la carga trágica al episodio de Ulises en la Comedia, saca unas de esas conclusiones que sólo se le ocurren a él: “Dante sintió que Ulises, de algún modo era él”. Pero antes de terminar compara a Ulises con el vengativo capitán Ahab de Melville y nos hace una confesión que también es un consejo: “Al principio debemos leer el libro de con fe de niño, abandonarnos a él; después nos acompañará hasta el fin. A mí me ha acompañado durante tantos años, y sé que apenas lo abra mañana encontraré cosas que no he encontrado hasta ahora. Sé que ese libro irá más allá de mi vigilia y de nuestras vigilias”.
EXPLICARLO ES UNA TRAICIÓN
Cuando habla sobre la pesadilla aclara que su tema es lo asombroso, lo extraño del hecho de soñar y no la psicología (Borges desprecia olímpicamente a Freud). Y luego dice: “Para el salvaje o para el niño los sueños son un episodio de la vigilia, para los poetas y los místicos no es imposible que toda la vigilia sea un sueño”. Confiesa que sus pesadillas son con espejos y laberintos y que muchas tienen lugar en esquinas concretas de Buenos Aires, es decir, implica que hay en ellas la misma mezcla de lo remoto y lo cotidiano de toda su obra. Y cuenta su peor pesadilla: un antiguo rey escandinavo que mira el cielo raso al pie de su cama, junto a él su perro. Advierte que el sueño narrado no es nada en comparación del terror que sintió al soñarlos. Relata luego algunas pesadillas, entre otras una suya que aparece un collage del surrealista Mazt Ernst. Y sugiere para acabar que los sueños son una expresión estética, la más antigua de todas, pero que también pueden ser grietas por las que vislumbramos el infierno.
De las mil y una noches dice Borges que los orientales sostienen que nadie puede acabar de leerlo, y lo compara con las muñecas rusas. Afirma que su aparición en francés, en el siglo XVIII, fue el comienzo del romanticismo, y considera este hecho uno de los momentos estelares del encuentro entre el oriente y el occidente. Traza la historia de este mutuo descubrimiento, desde las conquistas de Alejandro Magno, quien se hacía rodear de “hombres de la noche” para que lo entretuvieran con sus historias, hasta sus propias palabras, las del sucesor de aquellos oscuros narradores, historiador de la noche, la eternidad y la infamia.
El releer estos últimos párrafos me doy cuenta de que sucede con esta prosa tardía de Borges, con este amable y rico diálogo que entabla con nosotros, lo mismo que pasa cuando uno trata de explicar un poema. Puede uno analizarlo con fórmulas abstractas o narrativas, pero además de perder la música del verso, no quedará nada de su ambigüedad y su riqueza. Del mismo modo explicar a Borges es una especie de traición.
No seguiré, pues, diciendo mal lo que Borges dice en su incomparable prosa, sin adjetivo ni vaguedades. Sólo le cuento que no hay en este libro una página que no esté preñada de significados, que no ilumine y enseñe como las palabras de los grandes sabios de la historia. Y no puedo resistir a la tentación de copiar, para que usted lo compruebe, una página, la última cláusula de este maravilloso legado.
Una página de Borges
LA CEGUERA
He dicho que la ceguera es un modo de vida, un modo de vida que no es enteramente desdichado. Recordemos aquellos versos del mayor poeta español, fray Luis de León:
Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanza, de recelo.
Edgar Allan Poe sabía de memoria esta estrofa.
Para mí, vivir sin odio es fácil, ya que nunca he sentido odio. Pero vivir sin amor creo que es imposible, felizmente imposible para cada uno de nosotros. Sin embargo, el principio “vivir quiero conmigo,/ gozar quiero del bien que debo al cielo”: si aceptamos que en el bien del cielo puede estar la sombra, entonces, ¿quién vive más consigo mismo? ¿Quién puede explorarse más? ¿Quién puede conocerse más a sí mismo? Según la sentencia socrática, ¿quién puede conocerse más que un ciego?
El escritor vive, la tarea de ser poeta no se cumple en determinado horario. Nadie es poeta de ocho a doce y de dos a seis. Quien es poeta lo es siempre, y se ve asaltado por la poesía continuamente. De igual modo que un pintor, supongo, siente que los colores y las formas están asediándolo. O que un músico siente que el extraño mundo de los sonidos –el mundo más extraño del arte- está siempre buscándolo, que hay melodías y disonancias que lo buscan. Para la tarea del artista, la ceguera no es del todo una desdicha: puede ser un instrumento. Fray Luis de León dedicó una de sus odas más bellas a Francisco Salinas, músico ciego.
Un escritor, o todo hombre, debe pensar que cuanto le ocurre es un instrumento; todas las cosas le han sido dadas para un fin y esto tiene que ser más fuerte en el caso de un artista. Todo lo que le pasa, incluso las humillaciones, los bochornos, las desventuras, todo eso le ha sido dado como arcilla, como material para su arte; tiene que aprovecharlo. Por eso yo hablé en un poema del antiguo alimento de los héroes: la humillación, la desdicha, la discordia. Esas cosas nos fueron dadas para que las transmutemos, para que hagamos de la miserable circunstancia de nuestra vida, cosas eternas o que aspiren a serlo.
Si el ciego piensa así, está salvado. La ceguera es un don. Ya he fatigado a ustedes con los dones que me dio: me dio el anglosajón, me dio parcialmente el escandinavo, me dio el conocimiento de una literatura medieval que yo habría ignorado, me dio el haber escrito varios libros, buenos o malos, pero que justifican el momento en que se escribieron. Además, el ciego se siente rodeado por el cariño de todos. La gente siempre siente buena voluntad para un ciego.
Quiero concluir con un verso de Goethe. Mi alemán es deficiente, pero creo poder recuperar sin demasiados errores esas palabras: “Alles nahe werde fern”, “todo lo cercano se aleja”. Goethe lo escribió refiriéndose al crepúsculo de la tarde. Todo lo cercano se aleja, es verdad. Al atardecer, las cosas más cercanas ya se alejan de nuestros ojos, así como el mundo visible se ha alejado de mis ojos, quizá definitivamente. Goethe pudo referirse no sólo al crepúsculo sino a la vida. Todas las cosas van dejándonos. La vejez tiene que ser la suprema soledad, salvo que la suprema soledad es la muerte. También “todo lo cercano se aleja” se refiere al lento proceso de la ceguera, del cual he querido hablarles esta noche y he querido mostrar que no es una total desventura. Que debe ser un instrumento más entre los muchos, tan extraños, que el destino o el azar nos depara.


LANAS Y MOVIMIENTOS INDIGENAS DE PUNO. 1890-1930. Antonio Rengifo Balarezo. Universidad Nacional del Altiplano.


Grimaldo Antonio Rengifo Balarezo (Lima, 1937). Sociólogo de profesión, ha trabajado en la docencia universitaria y en la administración pública. Autor de artículos, reseñas, ensayos, ponencias y dos libros: La artesanía en la obra de José Sabogal Wiesse y Rebelión india. Este último en coautoría con Pablo Macera.

LA FOTOGRAFIA HACIA EL SIGLO XXI. José Paz Delgado



José Paz Delgado cursó estudios en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, obteniendo el grado de Bachiller y el título profesional de Sociólogo en la Facultad de Ciencias Sociales. Concluyó estudios de Maestrías en Sociología en la Pontificia Universidad Católica del Perú y Maestría en Comunicación Social en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Sus investigaciones están orientadas a los temas de fotografía, comunicación, cultura y sociedad.



LA FOTOGRAFIA PERIODISTICA. José Paz Delgado







¿QUÉ ES LA FOTOGRAFIA PERIODISTICA?


Es un género del periodismo que tiene que ver directamente con la fotografía, eldiseño gráfico y el vídeo. Los periodistas que se dedican a este género son conocidos por lo general como reporteros gráficos o foto periodistas y en su mayoría son fotógrafos versados en el arte. El desarrollo del periodismo gráfico puede rastrear se desde los mismos inicios del desarrollo de la fotografía y tiene una notable relación con la fotografía artística.
El periodismo fotográfico es una forma periodística destinada a la adquisición, edición y presentación de material de actualidad en los medios de comunicación social, especialmente |escritosdigitales y audiovisuales. Incluye, además, todo aquello relacionado con laimagen que cuenta una historia y, en tal caso, se refiere también al vídeo y al cine utilizado con fines periodísticos. El periodismo fotográfico se distingue de otras ramas de la fotografía como ladocumental, la fotografía callejera y la de estudio utilizada por ejemplo para el modelaje.

Tomado de: http://fotografiaperiodistica30.blogspot.com/

FUENTES BIBLIOGRAFICAS Y HEMEROGRAFICAS PARA LA HISTORIA DE LA FOTOGRAFIA PERUANA. José Paz Delgado (compilador)


José Paz Delgado cursó estudios en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, obteniendo el grado de Bachiller y el título profesional de Sociólogo en la Facultad de Ciencias Sociales. Concluyó estudios de Maestrías en Sociología en la Pontificia Universidad Católica del Perú y Maestría en Comunicación Social en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Sus investigaciones están orientadas a los temas de fotografía, comunicación, cultura y sociedad.



LABERINTO DE AMOR. Marco Martos Carrera. Ediciones Vicio Perpetuo



Marco Gerardo Martos Carrera (29 de noviembre de 1942) es un reconocido escritor y poeta peruano. Es considerado uno de los principales representantes de la Generación del 60 en la poesía peruana. Actualmente es presidente de la Academia Peruana de la Lengua, catedrático de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y decano de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de dicha casa de estudios.