martes, 27 de mayo de 2014

GAMALIEL Y EL ORACULO DEL AGUA. Boris Espezúa Salmón



Escribe: Fernando Chuquipiunta Machaca
Sin estridencias mediáticas y con la convicción de un saber largamente aprendido, Boris Gilmar Espezúa Salmón ganó el Premio Copé Internacional 2009, XIV BIENAL de Poesía. Nacido en la ciudad de Juli en 1960, Boris Gilmar Espezúa Salmón es, sin lugar a dudas, un ejemplo de insularidad, rigor y prolija versatilidad.
 En el género poético la producción de Boris Gilmar Espezúa Salmón recorre, fundamentalmente, por tres estancias temáticas: una primera básicamente amorosa Sentimiento en Camino (1978); una segunda de motivación social A través del ojo de un hueso (1988), Tránsito de Amautas y otros poemas (1990), Alba del Pez herido (2000); y finalmente una tercera estancia signada por una estremecedora reflexión existencial, en este grupo figuran, Tiempo de cernícalo (2002) y Gamaliel y el oráculo del agua (2011).
 Con la publicación de Gamaliel y el oráculo del agua (PETROPERÚ S.A. 2011), Boris Gilmar Espezúa Salmón no sólo reafirma la poética iniciada con sus primeros libros; sino que exacerba su tono reflexivo, encaminando su arquitectura verbal a límites metafóricos. El yo poético ventila una escisión interior, pues el sujeto lírico habita en un mundo que no le corresponde, en el que no puede asilarse humanamente; ya que recorre entre dos orillas y dos tiempos inexorablemente fisurados.
 O dicho de otra manera, Gamaliel y el oráculo del agua es una propuesta poética desde los orígenes del altiplano, que a través del mito del pez de oro que duerme en las profundidades del Lago Titikaka, se ha dado nacimiento a una cosmogonía maravillosa que el autor , Boris Gilmar Espezúa Salmón trata de mostrar recurriendo a la polifonía y al pluralismo expresivo, donde hay elementos de mitos, ritos, ecología, religiosidad y filosofía andina, intercalado con una re-creación poética a la vida de uno de los más representativos escritores puneños que fue Gamaliel Churata, quien en su tiempo fue considerado el interpretador del mundo andino.
  Los poemas que conforman Gamaliel y el oráculo del agua, es un intento de poner las plumas en remojo, de volver a los orígenes, a la búsqueda de lo natural y de sí mismo. Pretende llegar a lo más esencial del ser humano, intenta una mirada distinta del hombre, desde su ser más profundo. Es decir, es un retorno a las raíces, al sentido que tiene el ser humano en este mundo, que a la vez es parte de la naturaleza.  Tal como lo afirmaba el escritor francés Marcel Proust quien creía que los únicos paraísos verdaderos son los paraísos perdidos, Boris Gilmar Espezúa Salmón parece reafirmarlo sin reparo.
 En síntesis, Gamaliel y el oráculo del agua es un libro polisémico, que muestra ritos, mitos, danza, magia algo de filosofía y religiosidad andina, todo ello en base a la figura de Gamaliel Churata que en el libro es quien habla a través de un pez del Titicaca, y a través de sus propuesta cultural que es el eje vertebrador del libro, la poesía es coloquial, a veces épica y diría basado en la historia y cosmovisión altiplánica. Creo que es fruto de un esfuerzo de años, y que significará para el Perú un aporte de este lado del país que no es sino una voz de peruanidad y de identidad.


Tomado de: http://www.alboradaandina.com/arte-y-literatura/gamaliel-y-el-oraculo-del-agua-del-poeta-boris-espezua-salmon/

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