Katerin Lazaro Aguilar ha sentido el llamado de la poesía y escoge para los versos de El pez alado esas técnicas técnicas que tanto gustaron a Apollinaire y a nuestro Carlos Oquendo de Amat. Poesía auténtica la suya, con esa voluntad juguetona que la palabra tiene desde la noche de los tiempos y que la práctica, en el siglo XX ey el siglo XXI, no ha hecho sino poner en el primer plano.
Marco Martos
Esta poética, que recrea un simbolismo caligramático unido a los nuevos códigos y ritmos nacidos de la tecnología, exige que el lector complete la figura que falta; es decir, nos sugiere volcarnos en el texto, nos empuja a sumergirnos en las hondas palpitaciones de una voz que ha sido tocadas por esas alas que Baudelaire dijo que pertenecía a los albatros. El resto es silencio.
Miguel Ildefonso
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