lunes, 7 de diciembre de 2015

UTOPIA Y REALIDAD. Nociones sobre el estándar linguístico en la esfera intelectual y educativa peruana. Susana de los Heros (Coed. IEP-Iberoamericana Vervuert)


HISTORIAS DEL MAS ACA. Imaginario apocalíptico en la literatura peruana. Lucero de Vivanco Roca Rey


CUADERNO DE EJERCICIOS Y EVALUACIONES. QUECHUA. Clodoaldo Soto Ruiz. IEP


LA INDEPENDENCIA DEL PERU. ¿Concedida, conseguida, concebida? Carlos Contreras / Luis Miguel Glave. IEP


DINAMICA SOCIAL Y MINERIA. Guillermo Salas Carreño. IEP


MIRADOR INDIO. Luis E. Valcárcel


Al rescate del legado de Luis E. Valcárcel

Conversamos con Fernando Brugué Valcárcel, nieto de intelectual peruano Luis E. Valcárcel

(Video: El Comercio)
    Uno de los peruanos que más contribuyó a revalorizar la multiplicidad cultural de nuestro país fue sin duda el antropólogo e historiador Luis Eduardo Valcárcel Vizcarra.
    Nacido el 8 de febrero de 1891 en Moquegua, el autor del célebre libro “Tempestad den los Andes” desempeñó diversos cargos dentro de importantes entidades estatales. Además, fue maestro visitante en las universidades de Columbia, Harvard y Cornell.
    Sin embargo, un halo de injusticia cubre el legado de este multifacético intelectual. Parte de su obra se mantuvo relegada durante varios años tras su muerte. Recién en los últimos años se reeditaron algunos de los trabajos más importantes del impulsor del emblemático grupo “Resurgimiento”.
    Sobre estos temas conversamos con Fernando Brugué Valcárcel, nieto de Luis E. Valcárcel y director del Centro Luis E. Valcárcel, una entidad que busca revitalizar el legado del amauta.
    -En la Feria Internacional del Libro se lanzaron dos libros sobre Luis E. Valcárcel. ¿De qué tratcada uno?
    El primero fue “El virrey Toledo, gran tirano de Perú” (Fondo Editorial UIGV), que es una obra no muy conocida del autor porque salió una edición muy limitada. Es un libro importante porque ahí Valcárcel reivindica el trabajo que hicieron los historiadores acerca de la obra del virrey Toledo pero también se hace presente la crítica al historiador Roberto Levillier, que nombró (a Toledo) “el gran organizador de Perú”, cuando en realidad había sido uno de los más grandes tiranos. El mencionado virrey creó una serie de impuestos perjudicando severamente a los indígenas. Y el segundo libro que presentamos en la Feria es “Memorias”, cuya primera edición se publicó originalmente en 1981 por el Instituto de Estudios Peruanos, y ahora, esta segunda edición –publicada por la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco adscrita al Ministerio de Cultura-- está corregida y aumentada. Cuenta con una mayor bibliografía. Además, la doctora en literatura Yazmín López Lenci elaboró un interesante estudio preliminar especialmente para la ocasión.
    -¿Cuáles fueron los dos principales ejes del aporte principal de Luis E. Valcárcel al Perú?
    Primero su defensa del hombre indígena. La reivindicación de la cultura de los andes, poco valorada hasta entonces. En segundo lugar, poner en valor todo lo que fue la cultura Inca y Precolombina, que no eran consideradas en su verdadera dimensión. Con Valcárcel inclusive se logra hablar del Imperio de los Incas. Él reivindicó eso que es muy importante para nuestra identidad como nación.
    -¿”Memorias” puede verse como una completa autobiografía de Luis E. Valcárcel?
    En el año 1945 él empezó a recabar apuntes para escribir una especie de biografía. Pero es cuando viaja a los Estados Unidos, invitado por John Murra, que da una charla sobre su vida. Lo hizo y causó una gran sorpresa porque fue muy interesante. Ahí le sugirieron que haga sus memorias. Entonces por el año 1978 se comenzaron a realizar algunas entrevistas. José Matos Mar, entonces director del Instituto de Estudios Peruanos, le hizo algunas grabaciones magnetofónicas. Valcárcel era entonces muy mayor de edad y no escribía ya tanto. Entonces con las grabaciones más el material que él tenía se comenzó a elaborar el libro. Por eso creo que estamos ante una verdadera rareza bibliográfica. Es una rememoración de buena parte de su vida.
    -¿Por qué cree usted que “Tempestad en los Andes” logró el impacto que tuvo en el año en que se publicó (1927)?
    Porque fue una obra que se publicó en Lima pero desde el punto de vista provinciano. Siempre Lima veía hacia Europa, no veía la problemática al interior del país y justo con “Tempestad en los Andes”, se alza una voz y se reivindica al indígena. En el libro se menciona que Lima no es el Perú y que la capital debía ser el Cusco. Se puso en valor la cultura andina. Fue tanto el revuelo que algunos tildaron a Luis E. Valcárcel de comunista, cuando en realidad fue un humanista.
    -¿Cree que la historia ha sido un poco injusta con el resto de obras de Luis E. Valcárcel?
    Sí. Creo que sus obras deben llegar a más público. Siendo sinceros, las obras que más se difunden son a veces las literarias. Sin embargo, la obra de Valcárcel abarca mucho más. No solo con “Tempestad en los Andes” sino también con sus trabajos científicos, sus trabajos de investigación, sobre la historia del Perú. Eso, lamentablemente, ha llegado a un público reducido, quizás intelectual, o a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos donde él enseñó, pero no al público masivo. Es más, luego de que murió su editor Mejía Baca no se publicó ninguna de sus obras. Recién en estos últimos ocho o nueve años hemos comenzado a reeditar sus obras.
    -Ese es el trabajo que está haciendo el Centro Luis E. Valcárcel. ¿Publican casi un libro por año?
    Cada año sacamos por lo menos un par de obras porque creemos que debe difundirse a las nuevas generaciones y revalorar nuevamente la obra de Valcárcel como un gran patricio, como un gran pensador peruano. Así como tenemos a Jorge Basadre, a Haya de la Torre, no sé, esta vez estamos también ante un gran pensador. Estuvo en múltiples eventos de vital importancia y eso está en “Memorias”. Además, en nuestro Centro Luis E. Valcárcel manejamos su archivo, que estuvo varios años en el Museo de la Nación y no se le dio la difusión necesaria. Ahora lo hemos recuperado. Estamos buscando auspiciadores e instituciones que quieran ponerlo en valor para su difusión. Esto es parte de los objetivos del centro que presido.
    -¿Qué proyectos vienen a futuro?
    Gracias a Dios hay un interés por la cultura andina y por difundir la obra de Valcárcel. Con la Universidad Garcilaso de la Vega estamos publicando varias obras. La primera fue la del virrey Toledo que te mencioné al inicio y luego estamos publicando también “Mirador Indio”, que salió en dos series en los años 1937 y 1941. Y luego publicaremos “Historia de la Cultura Antigua del Perú”, que también son dos volúmenes y saldrán el próximo año.  Además, con Petro-Perú publicaremos en noviembre “La Historia del Perú Antiguo”, que es su obra cumbre, en tres tomos y con un prólogo de Luis Lumbreras. La presentación será en el Museo de Antropología e Historia del Perú en Pueblo Libre.


    jueves, 3 de diciembre de 2015

    EXTRAMUROS. Antagonismos en la poesía de Enrique Verástegui. Edmundo de la Sota Diaz



    Resumen:

    Un día descubrí que la poesía era mi residencia; que allí, en sus interioridades, estaba la respuesta a mis búsquedas e interrogantes. En esa búsqueda, por conocer cada habitación luminosa, cada pasadizo revelador y abrir puertas y ventanas para dar paso a la melodía de las palabras, fue útil encontrarme con la Antología de la poesía peruana (1973) de Alberto Escobar. En esta antología leí por primera vez el nombre de Enrique Verástegui (Lima, 1950). Inicialmente me llamó la atención el lugar de su nacimiento: Cañete. Luego, averigüé – para mi asombro – que vivía en San Vicente de Cañete, el mismo maravilloso pueblo donde yo pasaba algunas temporadas. Desde entonces, he cultivado una reiterada lectura y devoción por la producción poética de Verástegui. Han transcurrido más de treinta años desde que Enrique Verástegui inició su aventura literaria y nuestro autor ha creado una de las propuestas poéticas más sólidas, audaces y renovadoras de la poesía peruana. Según la crítica, su obra es uno de los hitos de la poesía peruana en la segunda mitad del siglo XX. Esta certeza explica que desde un inicio la producción poética verasteguiana fuera reconocida, tanto por los críticos como por los lectores. Sin embargo, hasta el presente no se ha desarrollado un estudio riguroso que ilumine esta propuesta poética. Entonces, con el interés de paliar en algo esta carencia, me propongo iniciar un primer estudio que interprete con la mayor amplitud posible el primer poemario verasteguiano. La obra que hasta hoy ha publicado nuestro autor gira en torno a la experimentación continua, es decir, no se queda en una propuesta única y monotemática. Más bien se ha movido en la búsqueda de elaborar un discurso cada vez más cercano al Logos de la alta cultura occidental, donde el poeta hace gala de su gran erudición. Asimismo, esta poética verasteguiana superlativamente culturalista desarrolla un discurso donde los géneros clásicos se diluyen en una sola voz poética que busca expresar la melodía del conocimiento humano.


    EL BOSQUE. Una revista sin fronteras. No. 7. Año 2015

    DIDACTICA DE LA INTERPRETACION DE TEXTOS LITERARIOS. Manuel Pantigoso. Editorial Universitaria Ricardo Palma

    UNIVERSIDAD, FE Y RAZON. Salomón Lerner Febres. Fondo Editorial PUC

    LA MIGRACION ADOPTIVA. Criando latinos en España. Jessaca B. Leinaweaver. IEP